Mi propósito

Mi nombre es José y me di cuenta de una cosa...

Entendí que el problema no es que no tengamos tiempo, sino que no sabemos usarlo.

Vivimos en una era en la que el tiempo se escapa sin que lo notemos. Lo malgastamos en las pantallas, notificaciones, redes y malos hábitos que no elegimos.

Perdemos minutos, horas y días en cosas que no nos hacen crecer, mientras el tren que va cargado de oportunidades, abundancia y las relaciones que podrían cambiar nuestra vida, lo dejamos pasar por delante de nosotros…

Origen de Orgaz Relojes

Orgaz nace de una necesidad: recordarte que lo más valioso que tienes no es el dinero, ni la fama, ni el éxito, sino el tiempo.

Por eso decidí crear algo que lo recordara cada día: un reloj que no solo marque las horas, sino que te devuelva la conciencia de lo que haces con ellas.

Así nació Orgaz. Un proyecto que une lo tangible y lo simbólico: un reloj mecánico, que late como tu corazón, para recordarte que el tiempo no se detiene, y tú tampoco deberías hacerlo.

El símbolo del águila

El águila representa la visión, la libertad y la determinación. Vuela alto no para huir, sino para ver el mundo con perspectiva.

Solo se eleva cuando decide hacerlo, porque sabe que la altura no se hereda: se conquista.

Ese es el espíritu que quiero que lleve cada reloj Orgaz: que cada segundo sea un paso más hacia tu propia libertad, que cada mirada a la esfera te recuerde por qué empezaste tu proyecto.

El nombre Orgaz

El nombre Orgaz proviene de una antigua villa castellana, un lugar de raíces profundas, de historia y carácter. Su origen está asociado a la fertilidad y la abundancia, a una tierra que ha resistido siglos de cambio.

Elegí ese nombre porque simboliza justo lo que quiero transmitir: permanencia, solidez y propósito. Cada reloj Orgaz es un recordatorio de que el tiempo no se detiene, que la vida no espera, y que la libertad se construye segundo a segundo.


«No mires la hora para ver cuanto queda, sino para ver lo que vas a hacer con tu tiempo.»

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